domingo, 21 de enero de 2018

Para mi primera clase de prácticas de 4 años.

Han pasado ya muchos días desde que entre en aquel extraño lugar.
Aquel en el que todo es posible.
Un aula de 4 años.
Ojalá toda persona pudiera tener esta experiencia alguna vez.
Ojalá pudierais ver, sentir y tocar su magia.
Es cierto que cualquier niño es especial,
Que probablemente los ojos de sus padres vean millones de cosas que yo no vea.
Pero, cuando se juntan en esas 4 paredes se vuelven el doble de especiales.
Me acuerdo cuando apenas llevaba dos horas que ya una niña me dijo que me quería.
Algo que nunca olvidaré porque no entendía el amor.
Y pensé que tontería, si ni me conoce.
Y es que el amor va más allá.
Y puede que todo esto suene a purpurina y a flower power.
Pero aunque literalmente muchos días he salido llena de purpurina no hay mejor purpurina que el brillo de sus ojos.
Que su pasión y que su imaginación.
No hay mayor belleza que unas manos intentando construir algo.
No hay mayor verdad que las palabras que sueltan cada vez que le toca decir algo bonito al encargado de la clase.
No hay mayor amor que cuando te intentan enseñar el nombre de un color porque eres profe en prácticas y piensan que no sabes.
No hay mayor ternura que su complicidad
Y no hay mayor admiración que sus ojos mirándote cuando cuentas algo.
CLASE DE 4 E DE INFANTIL, GRACIAS POR ENSEÑARME TODO ESTO.
Y GRACIAS POR LO QUE SEGURAMENTE TODAVÍA NO SE QUE HE APRENDIDO DE VOSOTROS.

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